No me gusta el SWING...

Yo no juzgo, me considero de mente muy amplia, me considero bien cool cuando se trata de conocer nuevas causas y cosas.

Estuve viviendo en Colombia, trabajando por seis meses con gente de todos los colores y sabores, eran suecos, eran colombianos, eran americanos, eran ingleses, eran rumanos, eran peruanos, eran franceses, ufff eran de todo, y así como cualquier otro grupo humano común y silvestre, eran también bien distintos y todos complicados también.

Sin embargo, siempre hay uno, ese que se lleva bien con la loca de la Kinky. Ese que, estaba igual de solo que yo y, que siempre tenía tiempo para estar conmigo, ese que así como yo estaba enamorado de alguien que vivía lejos, y nos podíamos juntar a llorar y extrañar a nuestros amores lejanos y siempre fieles.

Finalmente, resultó que la única fiel sólo fui yo, resultó que la história de amor de este personaje terminó abruptamente al sucumbir ante los brazos flacos y pecho peludo y huesudo de el Director de Arte de la empresa para la que trabajábamos. Fue algo increíble, cómo un compromiso de amor y serio que se sella con otro ser humano se puede romper así de fácil, cagándose de risa.

Pero oye!!... yo he dicho que soy openmind no? así que si le gustó más con el colombiano que con el inglés que tenía alla lejos en casa, que sean felices y coman perdices pues, total, a mí en qué me afecta?; claro que esperé que me lo cuente pero nunca lo hiso, y prefirió hacer un patético teatro de esa muestra de "tu amistad me llega al pincho".

Pasó el tiempo, volví a Lima, y en eso, este personaje insistía en sus ganas de querer venir a verme, querer venir a conocer mi país, como una víctima más de tanto de spot de PromPerú. Y claro que no hice más que planear un viaje perfecto, lleno de fiestas, trabajo, locuras y city tours; ingenua yo, sin saber que por su parte tenía otros planes.

-"Oye Kinky, conoces swingers?"
- eeewwww, NO!
- ah, yo contacté un par de Lima, y creo que me voy a ver con ellos.
- okeeeey, llámalos pues, conmigo no cuentes, jaja.

Y así fue, no contó conmigo, ni para las fiestas, ni el trabajo, ni las locuras, ni el city tour.

Si la ven por la calle le dicen que fue bonito conocerla, y hacerle de chofer para recogerla del aeropuerto y tenerla aca en mi casa. Y si ya volvió a Colombia, que se quede allá, porque acá en Lima, se gano una muy fiel enemiga.






Oye soy openmind, pero súper rencorosa.