Wednesday, October 19, 2005

MI PUNTO "J" (last chapter)

VOL. VI
Una vez en su departamento me envolvió ese olor, esa sensación de unos meses antes cuando yo salía del ascensor al abrirse la puerta y él se escondía detrás de un muro para asustarme, me sentía súper vulnerable ahí, con ese sofá en frente que fue testigo de nuestra casi relación, ese sofá en el que hicimos el amor, en el comimos, en el que vimos películas, era nuestro sofá y después de tanto tiempo “J” estaba otra vez sentado en él e insistiéndome para que me sentara junto a él.

Aún hoy recuerdo la conversación que tuvimos, el sentado en el sofá y yo en el comedor (jamás quize acercarme a él) le dije todas las cosas que tuve guardadas durante tanto tiempo, le dije esas cosas que practicaba repetidas veces sola en mi habitación, pude expresarle el odio que sentí, y nunca perdí la cordura, jamás me mostré triste o herida, es más le demostré lo equivocado que estaba en cuanto a mí y lo vulgar de aquel radical cambio de parejas que había experimentado, le reproché muchas otras cosas y él supo que yo estaba en lo correcto.

Su mirada era fija y sus ojos tenían las lágrimas dispuestas a correr a través de sus mejillas. “I’m sorry I’ve ever hurt you, I’m sorry, I’m sorry”, sus ademanes me daban la impresión de que estaba arrepentido pero al mismo tiempo no sentía que me estuviera dando alguna esperanza para volver a estar juntos; “we are just not meant to be together” fue la ultima frase que salió de sus labios, esa frase fulminante que me hizo comprender que este gringo cuarentón simple y llanamente nunca me quizo.

Salí al balcón para tomar un poco de aire, estaba sofocándome con tanto intercambio de frases producidas de las que jamás tuve que hacer uso en el pasado, era como oír una conversación en una película americana. “J” me siguió y me abrazó por detrás, y en ese momento me entregó dos cajitas que se supone eran los regalos que me trajo de su último viaje. Minutos después me quizo besar pero me rehusé y en medio del tire y afloje de nuestros labios salí corriendo.

Oí so voz llamando mi nombre, y pese a que me costó mucho librarme de esos brazos grandes y fuertes presioné el botón del ascensor y espere a que la puerta se abriera, “J” la detuvo y se metió a mi lado, ahora que lo pienso realmente no sé cual fue su intención pero estando ahí los dos juntos y yo sin salida, le exigí que sea un caballero y que camine conmigo a casa, lo hizo y la conversación que tuvimos a los largo del trayecto fue realmente nula.

Legué a casa y parados en frente del portal me pidió un abrazo, se lo dí y fue eterno, no quería dejarlo ir pero el no me quería a su lado, aún no sé los motivos de su decisión, “we’re just not meant to be together”, como alguien puede saber si estas destinado o no a estar con otra persona?, parece que él si lo sabía, porque esa persona que no estaba destinada a estar con él era yo. Para mí las explicaciones son varias, nunca me quizo, nunca me encontró lo suficientemente atractiva como para mostrarme a sus amigos, fui muy independiente para estar a su lado.

Recuerdo que en una de nuestras interminables noches en su sofá le pregunté qué no le gustaba de mí y no tuvo absolutamente nada que decir, se quedó callado por un largo rato y finalmente me afirmó que él no hallaba nada malo en mí y que no me podía hacer feliz, tan simple como eso, obviamente que mi respuesta fue tan antipática e inmadura que me da un poco de vergüenza repetirla, pero como ya lo mencioné antes “J” tenía ese efecto en mí, en frente suyo yo tenía 8 años otra vez.

Bueno, pasaron los meses, mi vida continuó patéticamente igual, aquella fue la última vez que vi a “J” y a ese sofá, fue la última vez que pasé por su departamento, cambié de barrio, empezé a salir menos, y me dediqué a conocer nuevos lugares para pasar mis noches de fines de semana, como ya no tenia una razón para llorar en mis momentos de soledad me di cuenta de que extrañaba mucho a mi familia, necesitaba a mi hermanas y a mi mama cerca de mí, así que hize menos esporádicos mis viajes a Arequipa.

Sé que el tiempo me va a enseñar a dejar de ver como perfectos idiotas a cada hombre que se me acerca y puede que me sienta sola y de vez en cuando piense que si tuviera a alguien especial a mi lado mi vida sería algo más llevadera, pero he optado por la soledad y bajar las revoluciones en cuanto a encuentros fortuitos que se suceden uno tras otro y sólo me dejan más vacía y sola.

Es extraño como después de tanto tiempo (más de un año), no he conocido a nadie nuevo, mi rutina deportiva disminuyo completamente, mis hábitos alimenticios son desastrosos y mi grupo de amistades se reduce a un gay marihuanero de casi cuarenta años que lo único que hace es criticarme y pisotear cada idea o resolución que tengo sobre cualquier cosa de la conversamos.

Nunca he pensado que soy depresiva ni mucho menos, alguna vez un amigo me dijo: “stress?, depresión? eso es para los weones que tienen plata”, me causó mucha gracia pero sin querer yo siempre he tenido esa idea, me da la impresión de que la gente que tiene estas cosas es floja no más. En lo que sí creo es el profundo sentido de añoranza, dicen que vale más añorar que siempre tener, ya que tenerlo todo liquida, pero la tristeza que esta dentro de mí ahora la cambiaría por cualquier cosa.

“J” regresó a su país hace ya dos meses y si bien nuestras pequeñas vivencias fueron una que otra después de la ruptura y de todo lo que he contado en ésta historia, nunca más las encontré significativas como para recordarlas, si “J” fue importante? no lo sé; si lo quize? no lo sé; si lo voy a recordar? definitivamente, ya que la vida me ha enseñado que: “when you make the biggest mistake ever, something good can still come from it”. Así es, aún cuando hayas cometido el error más grande de tu vida debes tener la certeza de que algo bueno saldrá de eso.

THE END

MI PUNTO "J"

VOL. V
Empezó el verano y mi vida continuaba dramáticamente igual, no había sucedió nada nuevo y las veces que me lo cruzaba por la calle sólo atinaba a poner cara de desagrado y evitar verlo a los ojos. Una noche estaba yo con uno amigos compartiendo historias y bebiendo mientras compartíamos penas amorosas cuando se me ocurrió volver a llamar a “J”, para qué? no tengo idea, fue un impulso, habían pasado ya 4 meses aproximadamente y tenía que saber de él; los tragos contribuyeron a mi decisión por supuesto.

No me contestó, claro, así que dejé de intentar aconsejada por el pintoresco grupo que me hacía compañía aquella vez, pero al pasar las horas mi celular empezó a sonar, era “J”, contesté y sentí como su voz retorcida me pedía que nos veamos, un casi ruego que no pude dejar de aceptar, sin esperar más tomé mi cartera y mis llaves y salí corriendo desesperada e ilusionada por aquel esbozo de esperanza que “J” me estaba dando.

Nos encontramos en nuestra esquina debajo de su departamento, cuando lo vi me di cuenta que estaba ebrio, y yo pese a encontrarme en el mismo estado supe que tenía mis cinco sentidos en lo que estaba sucediendo. Juro que fui feliz, yo sentía la sonrisa que se dibujaba en mi rostro, mientras caminaba por la calle me salían pequeñas carcajadas de felicidad, “quiere verme!, me extraña!, no me ha olvidado!”.

Al vernos “J” sólo me abrazó, me olía el cabello, me apretaba fuerte, me acariciaba la espalda. Es tan alto que yo a su lado y rodeada de sus brazos me sentía tan minúscula, tan protegida. Sentía el olor a suavizante que tenía su ropa y oía su voz repetir una y otra vez: “oh, sweety I’ve missed you, I’ve missed you!”. Yo era feliz, en ese momento sabía que no debía hacer nada para arruinar aquel instante, el decía que me había extrañado y yo le estaba creyendo.

Después de un rato me pidió que subiéramos, yo no quería, le decía que mañana iba a arrepentirme si es que algo pasaba; él pareció entender pero luego recordó que el 12 de octubre fue mi cumpleaños y que se sentía muy culpable por haberme herido en esa fecha tan especial, los gringos tienen cierta fijación por la celebración de los birthdays, parecen ser importantes para ellos, pero tomé esa excusa y le dije que yo estaba muy decepcionada de él.

“J” me tenía un regalo, reconoció no haber estado en la ciudad por algunas semanas y recordó que me había comprado un presente en Las Vegas donde le fascina ir de vez en cuando. No soy tan ingenua, pero en ese momento le creí cuando me dijo que no tenía segundas intenciones, “sólo conversar ok?” refrendaba constantemente que acepte la invitación.

Tuesday, October 18, 2005

MI PUNTO "J"

VOL. IV
Al entrar al bar todos me saludaron sorprendidos de verme pero hubo una persona en particular que no me saludó, una persona sentada al final de la barra que estaba muy bien acompañada, una persona que esa noche le presentó a todos sus amigos a la nueva “minita”, esta persona que ni siquiera se inmutó al verme traspasar la puerta de entrada era “J”, “J” y su nueva novia?

Por supuesto todos los que me conocían empezaron con el interrogatorio, “¿que onda, no estaba contigo?”, “te cambiaron Negra!”, “qué pasó, tienes que contarnos?”, nadie se explicaba como alguien que estaba empezando algo parecido a una relación conmigo y que ya había dejado de salir con otras chicas, de repente, de improvisto, de la nada se muestra en público con alguien mucho mayor que yo, de recatado atractivo, de un gusto espantoso al vestir y de un inglés casi perfecto como el mío. Una “gringo hunter”.

“¿Qué hiciste en ese momento?” me preguntan todos hoy, después de casi un año, y yo podría jurar que no lo recuerdo; sé que me destrocé en enseguida, que me quería morir, aquella mañana habíamos hecho el amor!, no sabía que diantres pasaba, pero tampoco sé como actúe, lo que sí sé es que salí del local con ganas de perder el conocimiento a punta de marihuana, trago, coca y todo lo que me ofrecieran. Faltaban pocas horas para mi cumpleaños.

Estaría mintiendo si dijera que nunca antes había sentido tanta tristeza o tanto dolor, y pese a que suena cliché tengo muchas ganas de hacerlo pero no encuentro justo darle tanta grandeza a algo inverosímil y bobo como esto. Lo que esta vez fue distinto es el estado de incertidumbre en el que yo vivía y con el que me estaba conformando. Cómo algo que empezó tan simple y si importancia para ambos acabo por derrumbarme en tan poco tiempo solamente a mí?

Obviamente los tres días siguientes a tan ingrato episodio perdí el conocimiento como lo quize en aquel instante. Lo llamé mucho y no me contestó, toqué a su puerta y me pidió que me vaya, comprendí después de casi un mes sin verlo que él evitaba tropezar en mi camino y por terceras personas supe que tenía una linda relación con aquel patético personaje.

Patético también fue mi comportamiento al pasar el tiempo, no había fin de semana que no terminara en alcohol y llanto, no había noche de juerga que no se coronara con algún traspié y/o encuentro brutalmente sexual. Por todos los meses que “J” estuvo a mi lado nunca reconocí frente a él o a nadie más, que yo, efectivamente, me acostaba con otros chicos. Mi relación era “libre” no tenía que serle fiel a nadie. Cuando hoy pienso en esto NO ME ARREPIENTO en lo más mínimo el haber disfrutado con otros de las mismas cosas de las que disfrutaba con “J”.

Como una forma de demostrarle que yo ya no pensaba en él dejé pasar mucho tiempo, dejé incluso pasar el que su hija venga desde su país a visitarlo y él y esta “perra de quinta” con la que mantenía ya una relación estable hagan el papel de familia perfecta frente a todos los demás mientras yo, pese a no tener interés alguno en conocer a su retoño, era una simple espectadora que no se merecía incluso el saludo de este grandioso “hombre de familia” que solía llamarme “sweety” y al que le gustó follarme justo algunos meses antes.

Monday, October 17, 2005

Mi Pequeño Gran Amigo "El Electrónico"

No me considero una mujer con basta experiencia en términos sexuales y no creo ser exigente en ese sentido, pero lo que me gusta y no transo por nada es el tamaño del órgano sexual masculino, sé que se han hecho bastantes investigaciones y encuestas sobre este tema pero a parte de ser un detalle más bien curioso o anecdótico lo real y cierto es que produce preocupaciones y problemas, al menos para mí desde que llegué a Chile.

Allá en Perú yo era muy chica, tuve sólo 3 novios, y/o chicos, con los que tuve algo más que besitos y abrazos para compartir y creo que la pase muy bien, tengo un gusto bien específico en cuanto a “sex buddies” se refiere, la mayoría son flacos, de presencia grunge, muy jóvenes de apariencia y no muy altos, y al pasar los años he tenido ya 3 a los que me di el lujo de “inaugurar” si es que no suena muy chanta o vulgar.

Un par de años atrás un fotógrafo inglés decidió venir a Chile y tomar algunas fotos, su estilo, el desnudo, fue así como miles y miles de chilenos y chilenas se dieron cita en un bonito lugar de Santiago para posar todos juntos al unísono de sus genitales un día a las 5 de la mañana. Recuerdo bien que unas semanas después leyendo una revista peruana que me gusta mucho, “Caretas”, se hicieron un sin fin de burlas debido al tamaño de los penes de los cándidos participantes.

En ese momento me puse a pensar que en realidad yo nunca había tenido la patética experiencia de ver un pene minúsculo hasta que me vine a vivir a Chile. Bueno no hay que ser tan mala onda, tuve una pareja estable por casi más dos años, de la cual no tengo queja alguna, así que no se puede decir que los he visto todos pero a partir de mi ruptura con el señor “beauty dick” empezé a percatarme de la decadencia de los penes grandes y lindos a los que mis amigos peruanos me habían acostumbrado.

Sé que voy a herir muchos egos con este relato y espero que aquel que se sienta aludido no responda con las clásicas ofensas agresivas a las que voy a tener que hacer frente después de esto, pero deben ustedes saber que según algunas investigaciones, puede decirse que el tamaño medio o normal del pene en estado de erección, es de unos 15 centímetros de largo y 9-11 centímetros de perímetro. Esta medida suena rigurosa pero es el promedio y definitivamente han sido ya varios los chilenos quienes no se han aproximado a ella al menos a lo largo de mi usanza.

Hace poco recibí la llamada de un amigo lejano, uno de aquellos amigos con los que una nunca comparte y con los que te ves muy rara vez. No tenemos mucho en común pero me encanta su forma de ser, es mi amigo “el electrónico”, un chileno de gran talento para la música quien luego de leer este humilde web site recordó que la kinky estaba de cumpleaños.

Mi amigo “el electrónico” y yo hemos tenido un par de encuentros fortuitos y en términos estadísticos su medida podría ser considerada media bien baja, cosa que encontré bastante desalentadora la primera que tuve su “dick” cerca mío, pese a que su desempeño fue certero, llegar al clímax para una mujer se torna más complicado si el tamaño es de modesta mesura. A eso viene la pregunta: ¿importa realmente el tamaño del pene? o ¿qué tanto importa el tamaño de éste en el momento de la práctica?

A todas estas preguntas se puede responder de forma sencilla y rápida, diciendo que el tamaño no importa, que lo que importa es la habilidad de la persona, los sentimientos o decir, incluso, que la vagina se adapta a cualquier tamaño porque es flexible. Ahora, cabe preguntarse si estas respuestas resultan convincentes para quien las lea, porque a mí no me convencen mucho en la realidad.

Muchos hombres se sienten acomplejados, o preocupados, por el tamaño de su pene, lo que repercute en la seguridad con que afrontan sus relaciones con el sexo opuesto, obviamente este no es el caso de la gran mayoría de las parejas sexuales que he tenido en Chile, ellos están súper orgullosos de lo que llevan entre las piernas y una se cohíbe de hacer mayores comentarios sobre el tema por miedo a ser juzgada de forma injusta.

En mi caso, el silencio se debe más bien a que no tengo a quien hacerle ese tipo de comentarios, o sea, en una charla de pasillo en mi lugar de trabajo no sonaría muy bien decir : “uff! anoche estuve un tipo que se creía la gran cosa con su cosita chica, y se movía como loco el pobre, que lata!” o sea…. por favor, eso es muy teleserie gringa pues, en la vida real eso no sucede; las mujeres no hacen ese tipo de comentarios, ni mantienen ese tipo de conversaciones, al menos en mi entorno.

Por otra parte también he tenido experiencias con aquellos “big dicks” pero hubo uno en particular que no me servía de mucho, mi recordado “J”, una verdadera lata, se dice que un pene mayor puede resultar en una mayor confianza, lo que, en el momento de las relaciones sexuales, se traduce en una erección más fuerte y duradera, pero el pobre “J” a sus 40 años ya estaba en decadencia y, si bien las cosas eran muy hot los primeros minutos me tenia que conformar con un polvo por noche, era bueno, pero era UNO.

Hay que decirlo, mi amigo “el electrónico” tiene un “tiny dick”, chiquito, pero su autoestima ni se inmuta, su agresividad en la cama puede ser algo excitante y de su tiempo de duración no tengo nada que decir, pero otra cosa que ni se inmuta es mi clítoris, y luego de unos minutos mi resistencia es nula y decido parar. Pero él tuvo EL comentario perfecto: “no tienes resistencia ah?” me dijo, en ese momento una gran carcajada muda asaltó mi mente, pero fue muda.

Es sabido que el sistema nervioso parasimpático determina el tipo de erección, y éste, a su vez, está condicionado por el entorno (o sea yo) y por las sensaciones del hombre en el momento de mantener una relación sexual. Los expertos dicen que mientras más favorables sean estas circunstancias, mas fácil será que el hombre tenga una erección buena y duradera, por lo tanto, el hecho que mi amigo “el electrónico” me encuentre atractiva, se demuestra a través de su performance.

Para este amigo que tengo, es incuestionable que esa seguridad se transmite, sin duda alguna, en otras facetas de su vida. Siempre escucho que comenta sobre aquellas “minas” a las que se “come”, empezando por su forma de expresarse, no lo encuentro galante y pese a que con el tamaño de su “dick” podría generar cierta inseguridad e incluso complejos en otros hombres, mi amigo “el electrónico” muy hedonista él, no está “ni ahí”.

Wednesday, October 12, 2005

J’s future


Have you ever seen a guy after many months you have broken up the relationship and you start to question yourself “what the hell did I see in him that had me so numb for all those months?”, ok ok let’s give the ex some credit, maybe is not the way he looks but the way he’s living, right?. After my longest relationship I ran into my ex after several months we split and he was having the same life we used to have when we were back at the University and the worst: he was still living with his parents, and believe it or not, he might still be.

I guess by now all my “J” period has been over…. at least for this week, due to the fact that is my birthday and all... but a couple of nights ago as I bumped into the girl he dumped me for I couldn’t stop wondering what may be the kind of girl he is currently seeing. I mean let’s be honest, “J” a 40 year old - medium intelligent – almost addicted to his job and eager to sell his mother in order to get a good piece of business, what could be the life he’s having by now?.

As all my spanish-spoken freinds must have found out by my latest stories I started a very nice and commitmentless “relationship” with a kind and interesting sex buddy (M.V.). You may know that those kind of relationships aren’t just there around the corner so I’m trying to have a good time while it lasts. Of course this is because on my twenties I don’t envision things beyond dating and having a good time, besides of being great at my job of course.

However, I ask myself what kind of life you may have after almost 4 years of making a lot of money in a desert when you have all those degrees in Agriculture, living in a Southamerican country without learning a bit of Spanish and having a 20 year-old daughter who has her own life far away from you and hardly remembers your birthday.

What future are you to get when you haven’t even been interested in stablishing long-term and kind relationships with all the girls you have dated all your life? Are you bound to live sorrounded by only friends who are all married with children? Will you be happy being lonely and succesfull? Are you succesfull if you don’t have anybody to share it with?

Well, as I know for sure I was the best this guy could get (I mean please, give me a break!, a twenty-four year-old good-looking crazy about you latin girl, affectionate, tender, very intelligent, hardworking, ambitious, with a nice carrer in front of her and about to get a promotion after one year of work, am I a good catch or what?) so, as I was listening to a song the other night, I thought of “J”, ok maybe I’m not over him completely, but I have the right to picture him after all this time we’ve been far from each other, don’t I?

I suppouse he might be with the “new one” by now. I have nothing to say about that, I wasn’t expecting him to live his life alone in darkness and isolation and I was sure that he was gonna be back at the game quickly eager to mix with those mean chicks again who I hope will leave him full of humiliated confution someday.

His new one may be one of those thirty year old desperate high heeled girls, who dresses-up every single day just because. I bet she wears those tight shirts and slutty skirts, and I’m pretty sure she goes to the saloon twice a week to have her hair brushed in an pathetic 80’s style. She could be the girl of his dreams but just because she has trapped him at his 40’s so obviously he needs a human contact or at least someone by his side, therefore, she’s there.

Maybe since the moment he has met her his world has changed completely, because everything she says is everything he had ever wanted to hear and of course he has dropped all his defenses and all his fears, he entirely trusts her, she’s perfect in every way. With all her tender remarks she makes him feel strong and powerfull inside, he may be feeling so lucky.

“J” is so predictable and dumb that any girl with a hot body could make him bark like a dog if she wanted him to. Suddenly he feels like a millon dollars, with a young hot bimbo next to him who hides behind a smile and understanding eyes and she’ll tell him the things that he already knows so he can feel so identify with her. And all the time that he’s needing her is just the time that she’s bleeding him and his wallet til they dry.

At the end I might say that I’m better off this way, that he didn’t deserve me, that I’ll find someone special, that someone better will come along, but you know what? I DON’T CARE, all I want now is you poeple to know what kind of idiot I was attracted to, I always tell my friends I don’t like old guys (by this I mean over 40 ok?) however they immediately remind me of that old canadian grandpa I was dying for last year and I ought to say I blush myself.

Tuesday, October 11, 2005

MI PUNTO "J"


VOL. III

Después de un tiempo, y yo harta de buscar trabajo durante un mes, finalmente encontré uno, no el ideal pero con el suficiente sueldo para poder vivir sola y empezar a mantenerme sin ayuda de mis papas. Yo estaba celebrando con amigos en aquel lugar donde “J” y yo nos encontramos la noche de nuestra primera vez cuando de repente me llamó por teléfono, yo, eufórica de contenta le pedí que me venga a buscar.

Al entrar al bar lo noté confundido, nunca nos habían visto en público, pero obviamente esa era la última cosa que estaba en mi mente, al saludarlo con un beso en la boca noté su rechazo, no hize caso e inmediatamente le pedí disculpas por haberlo hecho salir de su casa tan tarde y dejando a mis amigos, todos celebrando por mí, caminamos hacia la puerta y nos fuimos abrazados hacia su departamento.

No toqué el tema, sólo le dejé claro de que me di cuenta de su incomodidad y sin ningún comentario que hacerme al respecto, cambió el tema y seguimos con lo nuestro. Al día siguiente tuvo que ir a trabajar, algunos sábados tenia que hacerlo, pero me dejó una nota muy dulce en la mesa del comedor y me felicitó por mi nuevo trabajo, yo olvidé lo que había pasado la noche anterior casi de inmediato.

A partir de ese momento mi comportamiento, si bien no cambió, fue más impertinente que de costumbre, él era el mismo. A mí se me dio por salir mucho más, tenía un trabajo, tenía un sueldo, y amigos para la bohemia no me faltaban, normalmente empezaba los jueves, fiestas electrónicas, conciertos en la universidad, iba a todo sitio pero al final de la noche, cuando ya estaba cansada y lista para irme a casa, “J” me pedía que pase la noche con el.

Nuestra seudo-relación se alargó por unos meses más, todo era casi perfecto, yo estaba casi contenta y tenía un casi enamorado que me hacía sentir bien. Me fascinaba su forma de ser, era ambicioso, era trabajador, era dulce, era algo inteligente y si bien muchas veces me percataba de sus pobres modales domésticos y su descoordinación al vestir, lo subsanaba con el hecho de que el tenía 40 y yo 22.

Un buen día, recuerdo que mi cumpleaños estaba cerca, me dijo que no nos íbamos a poder ver ya que algunos de sus amigos llegaban a su casa para quedarse un fin de semana, yo no era su novia y me di cuenta de que no tenía interés alguno en que yo conozca a sus amigos, los motivos me los imaginaba, eran muchos pero yo sólo hacía caso omiso a mi conciencia y acepte su determinación, “ok” dije. Pero la conversación no había terminado.

Al ver que su cara no estaba con la típica sonrisa de tonto que solía tener supuse que querría decirme algo que no me iba a gustar así que inventé una historia, me impresioné a mí misma de tanta la creatividad que asaltaba mi relato mientras se lo contaba, la idea, según yo, exponer una experiencia de suma tristeza y no dar espacio a que “J” me diera otra mala noticia al verme tan deshecha, obviamente supuse mal.

“Sweety” me dijo, como lamentando hacerme sufrir, sus ojos expresaban cierta angustia así que decidí escuchar y no interrumpirlo, por primera vez en muchos meses. Luego habló, me dijo que el creía conveniente irnos a un “break”, en ese momento sentí una cosa dentro mío que no era tristeza, que no era decepción sino rabia, rabia y llanto, un llanto que no solté por mucho tiempo, un llanto de estúpida niña babosa e inmadura que creyó que este viejo, que la usaba para sentirse más joven aún sentía la deferencia de aquellos primeros meses.

No soy muy buena al momento de contener mis sentimientos, cuando quiero decir algo lo digo, sin embargo en esta oportunidad preferí callar y actuar como si nada, le mostré una sonrisa y le dije que un “break” era para las parejas y que nosotros éramos todo menos eso, así que “por favor, no seas dramático, si prefieres estar con tus amigotes por estos días, esta bien, ya llamarás luego pues” expuse yo, muy relajada y con el ánimo totalmente disipado.

Esa noche como todas nuestras noches juntos la pasamos en su cama, al comienzo no quería hacerlo pero no pudo seguir diciendo que no mientras yo le abría el broche del pantalón. Al día siguiente me fue a dejar a casa temprano en la mañana para prepararme e ir a trabajar, esa noche, un viernes, luego del trabajo, pensé en pasar por el bar al que no había ido en mucho tiempo, quería ver algo pero no sabía qué.

Friday, October 07, 2005

MI PUNTO "J"

VOL. II

Era obvio que “J” estaba enterado del episodio con el amigo pero me hice la desentendida, para que dar mas vueltas al asunto, verdad? Todo con mi “casi-amigo” volvió a ser como antes pero esta vez las miradas y las conversaciones tenían otro tono, el siempre halagándome y yo siempre burlándome de su español tan malo.

Fue desde el comienzo que adopte ésta actitud de niña malcriada con él, no me parecía justo dejarle saber que me gustaba y ahora, después de tanto tiempo, me doy cuenta de que éste fue el motivo principal por el que nunca le permití enamorarse de mí. Un día le pregunté por qué nunca estaba acompañado de alguna chica, “eres gay?” le dije, el sonrío y me dijo que le gustaría estar acompañado de mí.

No pasó mucho tiempo de ese episodio hasta que una noche me pidió mi teléfono, yo se lo di y pasó una semana pero nunca llamaba, pensé que no estaba interesado hasta que una tarde, era un martes o algo así, me llamó para saber como estaba, “I just call to make your day” me dijo, el muy humilde, sus bromas las contestaba yo con algún otro comentario ácido, pero siempre tenía yo la respuesta inmediata más no la correcta, ahora que lo pienso.

“J” estaba en un bar que normalmente frecuentaba con mis amigos al salir del trabajo, usualmente a las 3 o 4 de la mañana, cuando ya todos estábamos pasados de tragos, de marihuana y de muchas otras cosas más, pero en mí el cansancio pesaba más que muchas otras cosas, sin embargo, al verlo sentado en la barra se me pasó todo y decidí ignorarlo hasta que u amigo en común tuvo la gran idea de presentarnos.

“Sí pues yo conozco a esta joyita” le mencioné a mi amigo, “J” intentó hablar en español un poco pero nunca voy a olvidar como se disculpo ya que fue esta frase la que usé por mucho tiempo para dejarlo fuera de batalla cada vez que teníamos alguna diferencia de ideas. “Mi español es embarazante” dijo, lo que en inglés equivaldría a “embarrasing” que se traduce como “vergonzoso”.

Ya era tarde y al prender las luces del bar todos asumimos que tendríamos que buscar por el “after hour” en otro sitio; yo sólo quería irme a dormir, estaba derrotada por esa noche. Vivíamos muy cerca el uno del otro, caminamos juntos ciertas cuadras hasta la esquina de su departamento y fue ahí cuando me invito a subir para tomar un trago; yo no acepté.

“No puedo hacerte promesas, pero sé que me gustas mucho y quiero conocerte un poco más” fue lo que me dijo. “Ok, vamos, pero no te hagas ilusiones vale?” respondí, minutos más tarde estábamos tomando whisky con jugo de naranja echados en su sofá, mirando MTV y riéndonos de todo y nada. Teníamos mucho en común y, por ese momento, sé que fuimos felices.

Ahora no recuerdo como diablos me dejé besar, el siempre tomó la iniciativa las primeras veces que estuvimos juntos, pero esa noche, durante un silencio muy largo, y al contemplarnos el uno al otro muy de cerca nos dimos un beso largo, largo e intenso, largo y apasionado, largo y decisivo, sí, eso fue, fue un beso decisivo.

La mañana siguiente sentía que la cabeza me explotaba y estaba con cara de pocos amigos, pero él me veía preciosa. Mis ojos estaban rojos y con el maquillaje corrido, para él eran lindos. Era sábado, me preguntó que hacía los sábados, dentro mío una secuela de resacas potentes desfilaban en mi cabeza; “descanso” le dije, con la excusa de que tenía que trabajar más tarde esa noche, cuando quise saber que hacía él, “paintball” respondió.

Se levantó mucho antes que yo, había ruido y cuando salí a ver que ocurría en aquel grande y lujoso departamento me di con la sorpresa de que “J” me estaba preparando el desayuno, entonces no sentamos y empezamos a conversar sobre nosotros, nuestros hermanos, nuestros papas y esas cosas de las que me encanta hablar cuando conozco a alguien que me interesa mucho.

Después de ese sábado “J” fue durante una semana, todos los días, desde la hora que abríamos el bar y era el último en irse, recuerdo que le hize el comentario unos meses después cuando lo ridiculizaba por el supuesto alcoholismo que yo decía que tenía y la verdad es que pese a que fue escueta era, sin duda alguna, la respuesta correcta; “quería verte” murmuró en mi oreja.

“J” estaba enamorándose de mí, y aún hoy, después de todas las cosas que han pasado, yo estoy muy segura de aquello, se estaba enamorando de mí. Cuando tenía que viajar debido a su trabajo, lamentaba el hecho de que no nos pudiéramos ver, no nos veíamos todos los días, tanto él como yo éramos reacios a tener que pasar nuestros días juntos. Él tenía su vida, y yo la mía, salíamos con nuestros amigos, y cuando terminábamos de cumplir con nuestras agendas sociales nos encontrábamos y pasábamos tiernos fines de semana en su departamento.

Tuesday, October 04, 2005

MI PUNTO “J”


VOL. I

Estando yo casada, comprometida enteramente a mi vida conyugal y siendo fiel de una forma que aún yo misma me impresionaba, decidí buscar un trabajo de medio tiempo mientras estudiada en la universidad, lo que encontré fue que un bar, de muy alta categoría, necesitaba una mesera, acepté el trabajo pese al poco sueldo porque supe que las propinas eran muy buenas.

Mi primer día en el bar, me percaté que la afluencia de público era baja, supuse que debido a los precios altos, sin embargo, había una clase de gente en particular que no cesaba de entrar, eran los “gringos”. De todas edades, rasgos, vestimentas y personalidades.

A mí siempre me ha dado mucha vergüenza hablar en inglés con alguien si no lo conozco y mucho más si sé que es un hablante nativo, pero la dueña del local, me forzó a practicar mi inglés con algunos de ellos que estaban jugando “pool”. “Sube a ofrecerles algo, y habla en inglés niña!” me repetía a cada momento.

Cuando subí un grupo de gringos estaba acompañado de las típicas “gringo hunters” que en mi país son mas ubicables como “las bricheras” pero de muy distinta descripción, acá en Chile, o en Antofagasta al menos, se les reconoce por ser aquellas treintonas de voluptuosa humanidad, vestidas muy apretadas y de tacones altos, muchas de ellas con un teñido rubio que salta a leguas y les fascina deambular por los sitios donde los incautos extranjeros pueden ser hallados.

Yo subí con una amplia sonrisa, la que me caracteriza, la típica sonrisa que demuestra que me estoy muriendo de los nervios, ofrecí lo que me habían mandado a ofrecer y muchos de ellos se dieron cuenta de que era “nueva” por lo que empezaron algunos comentarios que me sonrojaron un poco, pero uno de ellos, uno muy alto, se me acercó y me preguntó mi nombre, al contestarle, el lo repitió con una sonrisa que me confundió enteramente.

Pasó el tiempo, y como se veía venir mi matrimonio falleció, estuvo enfermo durante mucho tiempo pero un verano se rindió, no pudo más y dejó de respirar. Yo tenía como distracción mis estudios, mi tesis y mi trabajo, después de un año en aquel bar ya era conocida por algunos de los gringos, me llamaban “kiddo”, me daban buenas propinas, me trataban muy bien.

“J” era genial, su forma de ser infantil me hacía reír, como yo trabajaba en el bar verlos ebrios era casi una costumbre, nos hicimos algo así como amigos, me contaba sus cosas y debido a que su español era terrible siempre hablábamos en inglés. Al pasar el tiempo algunos de los gringos pedían que sea yo quien los atienda porque se sentían cómodos hablando inglés todo el tiempo.

Soy mujer, y no tan desagradable a la vista, así que luego de muchas cervezas ellos me recordaban hermosísima que yo era, nadie se pasaba de la raya, conmigo eran muy respetuosos, no así con algunas de sus acompañantes, pero al que nunca veía acompañado era a “J”.

Una noche saliendo del bar, en la madrugada, y con algunos tragos de más me encontré con el mejor amigo de “J”, un gringo achilenado con una “polola” espantosa de inmesurable busto y de una falta de inteligencia que se le salía por los poros, estaba muy borracho, y me pidió que lo acompañe a su casa, era cerca así que no me negué, al llegar, pasó lo innombrable, a la pobre novia le crecieron tremendos cuernos por mi culpa.

Pasaron los días y para mí fue como si nada, nunca mencioné el tema, con nadie, no me sentía bien, pero necesitaba un desfogue de energías más que urgente así que callé mi placer culpable, prometiéndome a mí misma que no se repetiría. Parece que este gringo no pensó lo mismo, y un par de semanas después “J”, pasado de tragos se despidió de mí en la puerta del bar y me pasó un papel con su dirección y me dijo que me esperaba más tarde.

Sentí una furia incontrolable y como ya me tenía algo de confianza la aproveché para tirarle el papel en la cara y le recomendé algunos puntos de distracción masculina donde podía satisfacer su deseo no sin antes acordarme de su madre y de algunos defectos suyos a los que hice hincapié usando sendos epítetos y de más insultos.

Me sorprendió esa reacción en él, “J” no es así pensaba yo, pero lo dejé pasar y nuestra relación se devolvió al punto de partida donde él era un cliente y yo la mesera. Después de una semana sin verlo un día llegó sólo y muy temprano al bar, me dijo que quería hablarme y al estar solos se disculpó muchas veces, estaba arrepentido y me dijo muchas cosas que no viene al caso nombrar, pero todas muy dulces, las que me inhabilitaron para estar molesta por más tiempo.

Si la vida te da limones, pues haz limonada!!

MISS BRIGHTSIDE

Siempre he oído que el sexo no está relacionado con el amor, o la más mínima atracción por la otra persona, pero me declaro escéptica a creerlo. La verdad es que el encuentro de dos cuerpos desnudos es tan intenso que me niego a ser partícipe de aquello sin un poco de sentimiento o pasión, por lo menos de mi parte.
No ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuve un encuentro fallido en términos de cama, y esto no significa que tenga malos recuerdos algunos de ellos, es más hay uno en particular que me dejó más confundida que de costumbre, les hablé de ello en la historia sobre mi "diablo", mi tierno, lindo y siempre recordado diablo.
No hace mucho conocí a M.V. un tipo galante con una personalidad "producida" que, siendo sincera, me cayeron bomba, pero al mismo tiempo demostró ser de aquellas personas buena onda a las que no les puedo dejar de mostrar una sonrisa.
M.V. es un chico como cualquiera, de unos 30 años, nada especial, algo exagerado en su trato hacia mí ("cosita", "chiquita", "perrita", "princesa", "preciosa", etc.) y de una ideología teñida de rojo "a little bit too much". Lo que le reconozco es que supo convencerme y tratarme tan bien que finalmente fui engatuzada a hacia su lecho.
Después de muchos tragos, obvio que su presencia ya no me era molesta y hasta me percate de su sentido del humor intelectualoide, el cual encontré simplemente fascinante. En mis tiempos universitarios la descripción exacta para M.V. hubiera sido "el pasao’ a caca", como llaman en Chile a esos intelectuales con ideas comunistas y medios alternativos para sus gustos en cuanto al vestir, los libros que leen o la música que escuchan.
Ahora, qué tiene que ver M.V. con mi perspectiva en cuanto al sexo?, absolutamente NADA, no pienso que sea atractivo en lo absoluto, para no herir susceptibilidades solo diré que "no es mi tipo", que tiene una "linda personalidad", pero tengo que decir también que en la escala del 0 al 10 su performance luego de una noche de loca, fue de un 20.
El sexo es algo que hay que disfrutar de a dos, hay que compartirlo con la otra persona para que sea bueno y dicen que si no hay amor no es tan intenso. Bueno, sólo me queda decir que si esto es así, no tengo idea de qué es lo que he estado haciendo con M.V. las tres ultimas noches, y que nadie me diga que no han sido intensas por favor.
Mi madre me suele decir: "no escupas al cielo niña!", y ahora sus palabras retumban en mi cabeza. Hasta hoy sólo mis amigos, hombres, y algunos gay, me habían dicho que sí era posible acostarse con alguien sin sentimientos de por medio, no tengo muchas amigas, chicas, que me lo hayan mencionado, pero sé que alguna por ahí lo hizo y yo la critiqué.
M.V. no es mi príncipe encantado, no es mi hombre ideal, no quiero presentárselo a mis amigos, no me voy a enamorar de él, jamás caminaremos de la mano, nunca será el receptor de alguna muestra de afecto de parte mía, sin embargo, mientras pueda darme algo más que decepciones sexuales estaré dispuesta a ser parte de su vida porque definitivamente el ya es parte de la mía, y por ahora, la estoy pasando MUY BIEN!