Fui muy poco para Mi chico del desierto...
El estar completamente sola por la vida y darte cuenta de que tu mundo se rodea de planes y cosas que podrias hacer o de aquellas cosas que tu sabes que vas a hacer pero aun no empiezas a hacerlas, determina al mismo tiempo que tus relaciones se vuelvan eso pues, "solo planes", por lo tanto, ves tu vida desde un punto de vista que podria ser menos excitante comparado a otros instantes donde te sentiste llena y satisfactoriamente satisfecha.
Alguna vez "J" me dijo algo, un frasesita que me quedo dando vueltas en la cabeza y bueno, para que estamos cosas, no me gusta hacerlo mucho, pero tengo que admitir que un hombre como aquel me hizo pensar. "You have so many expectations" me dijo el perla! Y aunque no me convenzo aún de lo que realmente me quizo decir, su voz ronca con el tono de playboy venido a menos se me repite y retumba en mi cerebro cuando estoy al lado de aquel que no esta haciendo que mi organismo secrete tanta adrenalina como yo esperaba.
No queria hablar del chico del desierto y de expectativas, nada que ver! mala mezcla. Pero la verdad es que las tenía un poco altas, y eso me hace pensar que soy YO la que esta equivocada en la vida.
Una vez mi terapista me dijo que si seguía teniendo muchas expectativas de la gente iba a llegar algún momento en el que el razonamiento base de mi personalidad se podria ver ahogado y/o sumido en decepciones, una tras otras; tanto a nivel laboral, como personal y sentimental (HORROR!)
Así como yo me veo, sola y triste, snif (lo que no reflejo al exterior por razones obvias! ) el chico del desierto me sirvió, seamos optimistas pues. Gracias a él se que mi capacidad de manipulación no ha muerto. Mi apariencia ha cambiado mucho en el ultimo tiempo y la forma de ganarme a un chico ya no basta con las buenas tetas y el poto rico, eso me gusta de no ser atractiva, que tengo que trabajarlos mas, y este último me vió como yo quize.
Desde un principio el chico del desierto fue un buen blanco, hasta cierto punto, pudo hacerme creer que yo era fisicamente aceptable e inteligente y, al mismo tiempo, yo pude hacerle creer que el era ese hombre por descubrir al que eventualmente le permitiría culearme. Es bueno saber que de primera impresión puedes ser todo lo que no eres y aun así conseguir lo que quieres.
Conocer a alguien que me gusta, y hacer que me vea lo suficientemente antipática como para tener claro de un principio que no me encontrará atractiva en lo absoluto, y que por ende no pueda yo encontrarlo un prospecto culeable, resulta para mí, en la mayoría de las veces mucho mas fácil que tener que pasar por lo acontecido en Santiago en estos últimos dias con el chico del desierto.
Los dos nos apreciamos y nos desencantamos, y lo mejor o lo peor (unsolved mistery to go through) es que fue mutuo. El deprecaba confundido cuestionandose el por qué las chicas siempre esperaban más de él (o sea! "J" versión chilena, con menos brillo OBVIO!!), que no se mete con tontas, y ya con más seguridad proclamaba su virilidad y aquella habilidad para desenvolverse sin problemas en lo que a artes amatorias se refiere.
Por mi parte, al verme ya hasta el cuello con aquellas recomendaciones que venían de muy demasiado cerca para mi gusto, empezé con mi ya clásica entubación, es que es obvio, yo andaba cero feed-back. Por qué lo hare? será acaso un reflejo?, en fin (buen tema en todo caso). La cosa es que cuando supo, mi chico desértico que nuestro intercambio intelectual era ya tan seco como el Atacama, sus reflejos lo llevaron a ser mas profundo o poco entretenido en sus estamentos. Es así como el simple hecho de describir una botella de cachantun con agua fue decisivo para saber que no eramos el uno para el otro y lo peor, que fue todo un sueño.
Fue ahí que nos dimos de lleno a entregar algo más de nosotros y así resolver aquel enigma que en un comienzo nos llevo a querer vernos tanto y a querer conocernos tanto. Esa incognita que nos hacía cuestionarnos del cuál habia sido la verdadera razón por la que estabamos en su sofá, haciendonos los lindos, cuál era el real motivo que ninguno de los dos había querido reconocer desde un principio uno en frente del otro.
Me dio pena al final descubrir que esa calentura fatigamente en mi y rutinaria en él había sido todo el motivo, que siempre estuvo en mi inconsciente y que yo ya no lo quería aceptar así. Positivamente podemos analizarlo y decir que tal vez en otro momento, en otra realidad, con otros cuerpos y con distintas aficiones la cosa hubiera sido de pelos, y yo realmente podria tenerle hasta un poco de fe, pero la verdad es que el chico del desierto me gustó por lo que era, otro pasaito' a caca con la chapa de chico cool que escucha cerati, se sabe las canciones de Edith Piaf y piensa que sólo el tiene la razon en lo que a realidades y prototipos se refiere.
Y por favor "No se culpe a nadie"...
(mi roro!!!)
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