Hoy día estoy definitivamente cansada, creo que me duelen todos y cada uno de mis huesos, es horrible vivir tan lejos pero a la vez tan cerca de la parada de buses. Esta que queda cerca de mi casa se llama Dowd Trail y, como acá a las 4 de la tarde esta empezando a anochecer, me vuelve loca tener que pegar mi cara a la ventana para saber donde bajarme, porque si me paso de estación es algo trágico, (volver de Avon y esperar a que el bus de la vuelta de nuevo, no me ha pasado a mí, pero he oído historias de pobres chicos que han llegado como dos horas después de un sitio del que normalmente te toma llegar en 20 minutos), ay! yo me muero!
Al salir del resort tengo que caminar hasta la parada de buses, esos son como unos 15 minutos, pero hoy día, que llevaba mi lap-top al hombro y unas revistas que mi jefa que regaló, venía algo cargadita. Mientras maldecía mi vida y, mis manitos ya estaban congeladas y adoloridas, una combi paró, una de las que tienen el logo del resort donde estoy laburando, y dos gringos harto buenos estaban dentro ofreciéndome un aventón, yo me trepé sin chistar.
Scott y Chris me hicieron preguntas de todo tipo y me pidieron que los acompañe a dejar un paquete a uno de los lodges que quedan por ahí cerca. Estaban escuchando BUSH, yo era fanática de esa banda cuando tenía como 16 años. Cuando me han dejado en la parada de buses un señor me quería hacer conversa y recordé que había olvidado mi MP3.
El bus siempre se demora, dicen ciertas horas en el horario que es un panfleto que lo reparten en la central pero jamás es puntual, cuando me subí estaba súper lleno y todos hablaban muy alto. Las chicas brasileras que estaban en frente mío me recordaban de la disco la otra noche entonces intenté practicar mi portugués.
Al llegar al Dowd Trail que es mi parada, bajé del bus y empezó a nevar, odié mi vida nuevamente y estaba llevando tantas cosas en las manos que tenía ganas de tirarlas en media pista. Llamé a la gringa que vive conmigo, que es mi pataza, tiene auto y me puede ir a buscar a la parada, pero estaba en la ducha y no me contestó el celular. Sólo me ha quedado caminar los 7 minutos que camino todas las mañanas para llegar de mi casa a la maldita parada de buses.
Acá en mi urbanización es como chiquito y se llama River Run, todos me dicen que está en medio de la nada pero la verdad es que desde mi ventana veo las montañas llenas de nieve y de arbolitos así como los pinos de navidad que se ponen dentro de las casas y se adornan con bolitas de colores. A mí si me gusta River Run, tengo bonita vista desde mi comedor y la gente es cool.
Me he acordado de mis hermanas y de mí mama mientras caminaba de noche (las 5 de la tarde) por la carretera que me lleva a mi casa. Estoy muy cansada… zzzzzzzzzzzzzz…
Al salir del resort tengo que caminar hasta la parada de buses, esos son como unos 15 minutos, pero hoy día, que llevaba mi lap-top al hombro y unas revistas que mi jefa que regaló, venía algo cargadita. Mientras maldecía mi vida y, mis manitos ya estaban congeladas y adoloridas, una combi paró, una de las que tienen el logo del resort donde estoy laburando, y dos gringos harto buenos estaban dentro ofreciéndome un aventón, yo me trepé sin chistar.
Scott y Chris me hicieron preguntas de todo tipo y me pidieron que los acompañe a dejar un paquete a uno de los lodges que quedan por ahí cerca. Estaban escuchando BUSH, yo era fanática de esa banda cuando tenía como 16 años. Cuando me han dejado en la parada de buses un señor me quería hacer conversa y recordé que había olvidado mi MP3.
El bus siempre se demora, dicen ciertas horas en el horario que es un panfleto que lo reparten en la central pero jamás es puntual, cuando me subí estaba súper lleno y todos hablaban muy alto. Las chicas brasileras que estaban en frente mío me recordaban de la disco la otra noche entonces intenté practicar mi portugués.
Al llegar al Dowd Trail que es mi parada, bajé del bus y empezó a nevar, odié mi vida nuevamente y estaba llevando tantas cosas en las manos que tenía ganas de tirarlas en media pista. Llamé a la gringa que vive conmigo, que es mi pataza, tiene auto y me puede ir a buscar a la parada, pero estaba en la ducha y no me contestó el celular. Sólo me ha quedado caminar los 7 minutos que camino todas las mañanas para llegar de mi casa a la maldita parada de buses.
Acá en mi urbanización es como chiquito y se llama River Run, todos me dicen que está en medio de la nada pero la verdad es que desde mi ventana veo las montañas llenas de nieve y de arbolitos así como los pinos de navidad que se ponen dentro de las casas y se adornan con bolitas de colores. A mí si me gusta River Run, tengo bonita vista desde mi comedor y la gente es cool.
Me he acordado de mis hermanas y de mí mama mientras caminaba de noche (las 5 de la tarde) por la carretera que me lleva a mi casa. Estoy muy cansada… zzzzzzzzzzzzzz…
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