El Gaaaaaaaas…!!! El Gaaaaaaaas…!!!

El Gaaaaaaaas…!!! El Gaaaaaaaas…!!!

Desde que llegue a Chile, hace ya 5 años, todos por acá me tienen harta preguntándome todo el tiempo, “oye? y nos tienen mala a los chilenos allá en Perú??”, qué se supone que debo responder a eso?, no soy una experta en la realidad geopolítica de países sudamericanos y mucho menos me interesan esos dimes y diretes de callejón en los que andan metidos algunos diarios peruanos todo el tiempo.

Mi respuesta a una pregunta tan poco consecuente, es que lamentablemente yo no sé como piensan los 26 millones de peruanos al unísono, y pese a que podría omitir un juicio de valor bajo mi discurso, usualmente coprolálico, no creo que quede entre las personas más queridas en mi círculo de amistades.

Esas peleas se han dado más con Bolivia pues o no? Cuando viaje por allá, con un novio chileno, debo admitir que el trato hacia él era poco amable, y la angustia con la que la gente vive el día a día aun me conmueve, ya que desde mi punto de vista un país que vive del turismo, como el mío, que son tan lindos y con mucho potencial de entretención que explotar no pueden darse el lujo de tratar mal a un turista que viene a gastar su plata en conocer nuestra cultura y tradiciones.

Esas disputas fronterizas que existen entre Chile y Bolivia yo llegue a conocerlas más a fondo cuando todo esto del Gas Natural empezó a estar en boga. “Que le damos gas a Chile, que no le damos gas a Chile”, hasta que a las finales quedo en que se cortaban los lazos y no hubo mas intercambio comercial en relación al gas.

En Perú, y después de haber vivido 3 años en Cusco, conocí el gas, ese envidiable combustible que es mucho menos contaminante que el carbón o el petróleo, y se consume tal y como se extrae del sub-suelo. Aquel elemento que en su combustión no produce ninguna partícula sólida o cenizas que dañen el medio ambiente.

No es que sea pesimista, como muchos puedan estar pensando, pero esto del desarrollo sostenido y sustentable, parece no estar funcionando del todo bien allá en mi querida patria, estando de visita hace unos días, me entere de un derrame de gas líquido que hubo en Ayacucho, una sierra épica de paisajes místicos, donde 200 pobladores resultaron intoxicados.

Yo conozco a mi gente, y sé que les gusta pedir y pedir, pero este pasado 16 de setiembre, a la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) se les rompió por tercera vez el ducto que conduce el gas líquido desde Cusco en Camisea, hasta Lurín y Pisco en las costas del sur, y esta vez el hecho se dio en esas típicas localidades pobres y alejadas, de nombres graciosos, que nadie conoce pero cuyos pobladores esperan de medicinas y atención toxicológica inmediata.

Fue Omar Quesada, Presidente Regional de Ayacucho junto con otros alcaldes de las localidades afectadas quienes esta vez denunciaron la fuga de 300 metros cúbicos que contaminaron los río Apurimac y Ene, principales fuentes de líquido elemento en más o menos 10 localidades.

Yo creo que la TGP debe haber presentado su “Reporte de Sustentabilidad” antes de empezar con sus trabajos de extracción verdad?, ya desde el 2000 que se desarrollan en esa zona y tras anteriores incidentes, me pregunto, que diantres pasa? Dónde están las autoridades ambientales? Quién esta a cargo del estudio ambiental?

Mi mama me contó que el Gerente de la TGP, “un señor muy decente” como ella llama a las personas cuando no son cholitos, un tal Alejandro Segret , ya se había comprometido con asumir los gastos de los daños que había causado su susodicha empresa, que estoy segura hace cosas buenas por la economía peruana y no se suma a esa mala repartición de las riquezas que tanto condena a mi Perú.