Ya vuelve pues, porque no hay primera sin segunda…

Me subí a un taxi allá e Arequipa, en una de mis ultimas visitas, “señorita su cinturón de seguridad, por favor” me dijo el taxista. Por un momento pensé que éste compatriota había ya cobrado conciencia de lo mal que manejan todos en su rubro e inclusive llegue a pensar que puede haber estado preocupado por mi bienestar mientras yo hacía uso de su servicio.

“Después nos ven los “tombos” y me ponen papeleta!” comento de vuelta. Obvio!, no puede ser que un cambio de actitud haya ocurrido tan rápido, la última vez que estuve en Perú fue recién hace 4 meses.

Hace poco me llegó el mail de un amigo, una cadena, odio la cadenas!, pero ésta era una cadena particular, era un llamado de atención para los ciudadanos paraguayos en donde, luego de infinitas comparaciones, explicaban por qué ese país era pobre, pedían “un cambio de actitud”.

En interminables discusiones con mi familia y conocidos, he sido juzgada y criticada por el hecho de que, en mi humilde opinión, yo creo que una persona analfabeta sin un criterio de actualidad nacional o conocimientos mínimos de realidad político-económica de su país NO DEBE VOTAR. Un país tiene los gobernantes que se merece, es lo que he oído muchas veces, no sé quien lo ha dicho, pero le encuentro la razón.

Paramos en un semáforo, y aún en el taxi, me puse a leer los titulares de los periódicos, prensa amarillista en su mayoría, de dónde sacan esos nombres, por favor? “El Trome”, “El Bocón”. Qué ciudadano con algo de respeto por su coeficiente intelectual puede leer esos diarios, o incluso creer en lo que dicen?, pero bueno, juro que ese será otro tema para otro artículo.

Otro nombre que me llamó la atención fue “El Chino”, me cagué de risa, pero en un periódico al lado, que parecía algo mas serio, titulaba: “Perú protesta ante Japón por apoyo a Fujimori”, le pregunté al taxista y me dijo “sí pues! que bueno que vuelva el chino, así van a dejar de haber tantas huelgas. En su gobierno la gente trabajaba no mas”

No quise empezar una discusión con tan incauto personaje, y debido a que yo ya no resido en ese país, mí país!, preferí quedarme calladita y medite sobre la actitud que la gente toma respecto de ciertas cosas. Es que acaso no recuerdan las cosas que pasaron durante el gobierno de éste hijo de…?

Me he enterado de una carta que la Cancillería peruana ha enviado a la Embajada de Japón en donde se manifiesta el “profundo malestar” de nuestro gobierno tras las cosas que el Gobernador de Tokio, ese chinito malagracia llamado Shintaro Ishihara, quien saltó para decir que iba a apoyar la pretensión de Alberto Fujimori de participar en las elecciones presidenciales del Perú. Que cosa!!??

Obviamente que las declaraciones de los pintorescos personajes de nuestra fauna politiquera no se hicieron esperar, todos dicen que es una “inaceptable intromisión en los asuntos internos del Perú”, mil disculpas mis queridos compatriotas pero más inaceptables yo encuentro aquellas actitudes autistas y fuera de tono de parte de gente como este taxista que parece que les falta un poquito de “ubicaína”

Esta bien, analicemos el gobierno del chino pues. Empezó por allá por el año 90 verdad?, pero qué se yo, tenía 10 añitos no mas, lo que sí se es que el país estaba como el horto ya que el querido Cabello Loco se había llevado todo, el hecho de revertir la recesión, recortar la deuda exterior y favorecer la inserción del Perú en los esquemas de cooperación e integración regionales e internacionales se lo reconozco, pero a qué costo? Quiénes perdimos más con eso?

No fue acaso Alberto Fujimori quien declaró la inoperancia del Parlamento diciendo que obstruía “sistemáticamente las facultades del Gobierno”, es decir, buen cristiano que quería hacer lo que se le daba la gana o no? Decía él pues, el muy serio y honrado, que el alto nivel de corrupción al que había llegado el Poder Judicial no lo dejaba gobernar.

Años más tarde, como ya estaba con la adrenalina a mil, y quería seguir siendo presidente, no tuvo mejor idea que comprar la colaboración del Ejército para desbaratar cualquier capullito de resistencia de otros sectores políticos y como tiro de gracia al país creó esa polémica Ley de Interpretación Auténtica de la Constitución, qué es eso Dios mío!?

Él pues, el chinito, ese caballero japonés, dicho sea de paso, poco dado a sutilezas o a atender prédicas sobre el respeto de los Derechos Humanos, mató a cientos y cada solución que tuvo fue peor que la anterior, acabó con muchas de las compañías nacionales y ya para 1998 mi pobre Perú, todo malherido registró una súbita caída de la producción y “un fuerte incremento del desempleo” o sea, mis hermanos, por ejemplo, con buenas carreras tenían tremendas chambas con unos sueldos que no alcanzaban para nada.

Pero por favor me estoy olvidando de su excelente idea para terminar con aquel viejo litigio con Ecuador para el cual no encontró mejor solución que aquella que se leía en el Protocolo de Río de Janeiro de 1942 sobre disputas territoriales, que a las finales resultó favorable para nuestro contendor a finales de 1992, pero el taxista que sabrá de eso pues!

No pude haberme indignado más al escuchar tal épico comentario, “cholo tenías que ser” podría haber dicho alguien que conozco por ahí, pero lamentablemente estos “marrones” personajes, como diría Carlitos Galdos, confirman la mayoría de mi patria, es por eso que puedo dar fe de que nuestro próximo presidente será el chino, y es por eso que yo seguiré acá, en este angosto país ganándome la vida honradamente y estando agradecida ya que otra cosa no me queda.